Cada empresa requiere tener claridad sobre su hacer, visión y misión, así como el camino en ruta hacia destinos llamados servicio, producto y cliente. Y a veces llegar a esa claridad cuesta trabajo ¿verdad? Bueno, es de “paciencia” comprender que con una idea muchas veces se logra el éxito inicialmente, pero que también, la mayoría de las veces hay que hacer todo el proceso incluyendo el madurar y el tener el conocimiento exacto.
Muchos factores alteran a una empresa, pero el más obvio es un mal entendimiento de la presencia energética de las cabezas en las áreas. Los dueños o socios requieren estar sincronizados en el proyecto que lo contiene todo. Dentro de éste, existe un espacio medular que muchos llaman visión, sin embargo hay mucho más que ella. Si estas cabezas se sincronizan hacia un bien común a largo plazo, hacia todos, la impecabilidad de una mente trabajada (que sabe hacia dónde va) encontrará el camino sin tanto rodeo. Así que para llegar a esto, la consciencia debe despertar.
Cuando nos referimos a empresas que han despertado, señalamos esta sincronización y el valor que se le da a sus empleados con capacitación que les de herramientas para autoregularse y desbloquearse. Igualmente queremos que vivan sus sueños, tengan vacaciones, buenas relaciones, ingreso suficiente para sus necesidades y sean profesionales guiados por una pasión que comparten con sus empleadores.
El desarrollo humano permite dar pasos hacia la autonomía y el entendimiento de colaborar hacia metas grandiosas. Cada puesto es importante, cada opinión necesita conocimiento y experiencia y somos nosotros quienes podemos activar la voluntad de servir y tener éxito en todos los niveles.
Invierta y transforme la vida de sus empleados.
Un abrazo.
MARCELA ROBLES
Gran Maestra Internacional CIC