Patrones destructivos

Todos tenemos patrones destructivos de conducta que nos llevan a repetir pensamientos y acciones. Recuerda que pensamientos pueden crear cosas hermosas o destruir todo a su alcance. Por ejemplo, en lugar de ahorrar, hacemos todo lo contrario y conseguimos deshacernos del dinero o simplemente perderlo, por el simple hecho de tener el patrón ‘de lo que me gano me gasto’.

Un patrón de conducta se origina como un mecanismo de defensa de algún evento que nos asustó, nos invalidó o nos hirió, por mencionar algunos ejemplos.

Eso que repetimos lo hacemos para estar alertas del “disparador”, para que no nos tome desprevenidos y nos vuelva a pasar. O también, en muchos casos por sentir esa gratificación instantánea pero que no te va a dar tanto beneficio como el pagar un precio (el de no hacer el patrón) con el objetivo de, en el largo plazo, alcanzar una meta mucho más grande.

Todos los patrones destructivos pueden cambiarse si se observan, se hacen consientes y te esfuerzas por encontrar lo que lo origina. Al aceptar que eso existe, la misma conciencia lo debilita y se permite un cambio.

Requiere valor y profundización en nuestra identidad.