La Práctica de la Meditación Divina o Crística es la estancia personal que lleva a un despertar continuo. En si, meditar es una práctica emotiva donde el Ser Crístico se hace cargo de tus 4 cuerpos inferiores.
El cuerpo físico se calma y genera salud.
El cuerpo mental opta por depurar sus resistencias y estar relajado y confiar.
El cuerpo emocional encuentra una salida a las fantasías y necesidades de patrones repetitivos.
El cuerpo astral kármico rejuvenece al ser limpiado y depurado.
Algunos dicen que meditar es poner en blanco la mente pero no es así. Meditar es la relación y comunión de tus cuerpos y conciencia inferior con la Crística o Búdica y demás cuerpos superiores. Así cuando realices esa comunión encontrarás el silencio de la comodidad del alma y la paz atrayente de toda armonía y abundancia.
La Meditación Divina relajará tus creaciones de tu personalidad y entablará la vida misma hacia un estado de purificación y amor.
Práctica de la Meditación Divina
En esta meditación te acompaña el Maestro Volutier quien canaliza Shanya.
- Siéntate en postura de meditación donde te sientas cómodo.
- Cierra tus ojos y pon atención a tu respiración.
- Visualiza en el centro de tu corazón una luz blanca cristalina y transparente.
- Dentro de esa luz encuentra exclusivamente un estar de amor y paz. Cuando así no lo sea permite que esas sensaciones, emociones, pensamientos y cualquier cosa que aparezca en la meditación se integre a la luz blanca.
- Respira con suavidad.
- No hagas más que observar, permite lo que encuentres mas no lo crezcas.
- Termina dando gracias.
Eventualmente podrás sentir cómo se disuelve tus pensamientos más complicados y repetitivos hasta que la paz surge e iras contactando con estados particulares de tu iluminación.