La Muerte, entendiendo esta transición. Comprender qué tienes que ver como alma con los demás, ayudará a despedirlos con amor, no con dolor ni añoranza. Además, aceptarás esta nueva etapa hacia donde irás con alegría.
La vida es un camino de múltiples reflejos, realidades y formas de caminarlo. En estas dinámicas cuando es momento de terminar el recorrido, se transita hacia otro lugar diferente donde se hace un reencuentro de las experiencias vividas.
Una persona que transita por su vida viene a recordar cuál es su misión, lo que viene a aprender y de qué forma, llegando a descubrimientos enormes según las experiencias que vive. Algunas personas no cumplen su misión de vida por diferentes razones y entre esas está el miedo a vivir, a recuperarse y recuperar el gozo o también por la misma negligencia o falta de seriedad.
Esto lleva al ser humano a un término de esta experiencia como sea que haya reunido sus experiencias y sabidurías, su cuerpo termina de servir y el alma que trae toda la información de la consciencia retorna a su origen pasando antes por diversos lugares y dimensiones revisando su “vida” y actualizándose. Esta se reúne con su espíritu y crean una nueva misión para la siguiente etapa.
La Muerte, entendiendo esta transición. Esta transición trae consigo varios pasos y varias implicaciones para esta consciencia en evolución. Por eso, la importancia del desprendimiento de la vida hacia la nueva etapa es tan importante. No estás muriendo en si, estás evolucionando, y aunque hayas tenido experiencias terribles, y no hayas cumplido tu misión, lo que cambia es solo tu energía y el plano sobre el cual te estarías moviendo.
Una vez que sales, es el amor incondicional el que se expresa en este momento y la calidad del Creador tan presente siempre en tu vida.
Cuando otra persona cercana a ti se va, surgen los miedos de quedarte solo, de no poder sin esa persona o tal vez de sentirte aliviado pero: ¿ahora que harás? Nada, la vida sigue.
Tu camino es independiente al de los demás, aunque se haya ido alguien significativo para ti, tienes que recordar el amor que tienes en ti como manifestación de Dios porque ese no cambia, siempre está presente. Te enfocas en lo que si tienes, en tu nuevo plan, el cuál ya decidiste desde hace mucho con o sin esa persona.
Pero pensar… es lo que interrumpe la paz de cualquiera.
El pensamiento estorba continuamente con la duda, la añoranza, la nostalgia, el pasado y con lo que fue. No te deja ver el futuro que ahora estas creando porque estas en pausa por estos pensamientos.
Cuando tú te vayas, recuerda que transitas a un lugar donde la experiencia de la “vida” como tú la conoces ya no existe, son espacios en el tiempo sin tiempo, y ahí estarás muy bien, sin preocupaciones ni pensamientos absurdos.
No le tengas miedo a la muerte, esa es una decisión prevista de tu alma con el Creador que se manifiesta cuando ya es tiempo de que tu continúes de otra forma tu evolución.
Los que se quedan tienen que vivir en su vida la experiencia del abandono, de la ausencia de un padre, de la soledad para aprender a ser fuertes, a ser independientes, a recuperar su integridad. Esto como parte de su misión de vida. No te preocupes por ellos.
Trabaja ahora tu conexión con el Creador de todo lo que Es y podrás soltar el miedo, las preocupaciones.
Verás como sostendrá Él los pasos de los que se quedan.
Te mando un abrazo y bendiciones.