Una de las razones por las que todos en algún momento hemos flaqueado, es sentir que el mar de oportunidades de nuestra vida ha desaparecido. Últimamente, me llaman para contarme de algún familiar que ha fallecido, accidentado o está en serios problemas económicos. Yo les hablo de la “fuerza y arraigo” que existe en ellos. Hoy te hablo de los momentos que la humanidad está viviendo desde un lugar esencial, de transformación y de realización.
Las personas que no han visto este cambio, que tienen dudas y no resuelven sus miedos son las que se han unido a este caos colectivo que no solo es personal si no mundial.
La buena noticias es que puedes aprender a mirar más allá de lo evidente para elegir el camino que más te convenga y te muestre el camino de una forma más sencilla sin tanto rodeo y confusión.
La realidad es que en este mundo se va caminando hacia una evolución forzada por las energías, las consciencias más desarrolladas y la guía de Dios, del Universo. En esta realidad, si entiendes que eres un ser con mucha luz entenderás, también, que eres un ser fuerte y libre de hacer lo que quieras. Entre esas cosas esta el poder decidir con quién te relaciones, cuánto dinero gastar, y cuánto ahorrar, así como muchas cosas más que están en tu hacer diario.
Tú eres fuerte, tal vez no te lo modelaron o enseñaron, pero tienes en tus genes todo el conocimiento y la posibilidad para desarrollar esta energía que crea un estado de fortaleza.
¿Cómo creas fuerza y arraigo?
Sabiendo que Dios nunca te ha abandonado ni lo hará, que la mayoría de tus decisiones son el resultado de tus decisiones, que si no te peleas con que sea diferente porque ya lo creaste, pues entonces tendrás valor y fuerza para mirar eso que tú lograste y ver si te gusta o no el resultado.
Si no te gusta, aprende y felicítate por el camino que elegiste observando ¿qué voces te llevaron a ese lugar? ¿cuáles son los miedos que se mostraron? y decide cambiar. Con sólo ser honesto la fuerza surgirá, si no eres honesto y aceptas que tú lo generaste en algún nivel, entonces será la victimez y no la fuerza, será la debilidad y no el valor.
Para que la fuerza esté presente es necesario que la templanza permanezca y esta se obtiene del arraigo que tu Ser pueda ofrecerte en esos momentos.
El arraigo es una palabra que algunos no entienden, pero trataré de explicártelo de forma simple. Si sientes que no tienes piso, caminos y no sientes que tus pasos te lleven a un lugar seguro, si no sales y ves y sientes el sol todos los días las emociones que están presentes en ti serán frías, miedosas, inseguras y no hay algo que te de seguridad. La seguridad viene de saber y comprender que todo lo que tú necesitas ya esta en ti y que Dios siempre en sus múltiples facetas te sostiene aunque la experiencia sea amarga o dolorosa. Pero ¿cómo sentirlo? ¿Cómo estar seguro? Fe.
Si, sólo Fé. Mira alrededor de ti y ve cómo si hay cosas buenas, cosas bien hechas, intentos honrosos de tus amigos por abrir el corazón, ese es el enganche que se ancla en ti y que por ende tú podrás mostrarlo en las cosas buenas y hermosas que hay en ti. Observándolo te darás cuenta que entonces si Dios está presente llevándote a creer simplemente porque todo está en su lugar correcto.
¿Cómo es que Dios quiere que yo pase por esta prueba tan desagradable?
Recuerda que todo son decisiones y de alguna manera, consciente o inconsciente, aprendido o por patrón algo se hace, se dice, que mueve las líneas de la vida de otras personas para acomodarte en una situación, para que sigas aprendiendo hasta que sueltes la fijación del yo no puedo, de ser victima, de todo es tan difícil, etc. Tu alma se pone de acuerdo con Dios para superar pruebas junto con otras almas que vienen a mostrar y ayudarte en la forma o manera.
La oración a tu Ser Superior y a Dios desde la honestidad de tu Ser, será un punto clave en tu evolución. Pide arraigo, pide fuerza y se honesto. Verás un cambio pronto en ti.
Hoy te invito a que oremos juntos, cuando lo hagas llámame y a Volutier mi maestro espiritual y estaremos contigo en ese momento.
Te mando un abrazo
Shanya