El Maestro Ascendido El Morya, de origen mercuriano, quien ha servido en numerosas encarnaciones como Rey, hombre de Estado, ejecutivo legislador de hombres, monarcas y naciones, comprometido activamente en el servicio a la luz, ha hecho énfasis en su legado más importante y esencial: inspirarnos a vivir una obediencia iluminada a la Voluntad de Dios.
Como Abraham, descendiente de una familia de sacerdotes de sangre real, antiguo patriarca progenitor de las doce tribus de Israel, fue considerado el fundador de todas las religiones y el prototipo del hombre de fe quien dejó sus tierras y viajó a otras desconocidas, que Dios le había prometido que heredaría, para convertirlas en una gran nación. Como aporte de los numerosos profetas que vinieron a despertar la conciencia de la humanidad, Abraham nos enseñó a soltar todos los dioses externos y dirigirnos hacia la única fuente inagotable del Yo Soy de cada uno.
El Morya, quien encarnó varias veces como un rey, fue Melchor, uno de los tres Reyes Magos que siguieron a la Estrella de Belén para llegar a Jesús junto a los sabios de Oriente, Gaspar y Baltazar. Otra vez mostró su fe y la obediencia a la voluntad de Dios, que lo impulsó a buscar al Cristo en sus siguientes vidas.
Reaparece en el siglo V como Arturo, rey de los británicos, quien haciendo uso del correcto poder de la voluntad divina, “poder para la justicia y defensa de la Verdad”, convierte a Camelot en un lugar idílico de igualdad, justicia y paz, donde para proteger las sagradas enseñanzas de Cristo convoca a los Caballeros de la Mesa Redonda para buscar el Santo Grial, del cual se decía que tenía poderes curativos y regenerativos, pero que no es otra cosa más importante que el descubrimiento interno del Yo Superior, el verdadero autoconocimiento. Estuvo asistido por un gran Maestro Ascendido, Saint Germain, quien aparecía como el rayo de Merlín, con su vibración, videncia y magia, conocía los secretos de la juventud y de la alquimia y aconsejaba y ayudaba al rey Arturo a establecer el reino de Britania, una fortaleza en contra de la ignorancia y la superstición.
En el siglo XII, como Tomás Becket, Canciller de Inglaterra y arzobispo de Canterbury , defendió el honor y la integridad de Dios en múltiples desafíos, cumpliendo a cabalidad el cargo religioso, pero cuando se negó a hacer lo que Enrique II le pedía fue asesinado mientras oraba en la catedral. Tomás Becket fue convertido en mártir y tras una serie de milagros que según se contó habían ocurrido en su tumba. Fue canonizado en febrero de 1173.
Nuevamente, como Tomás Moro en el siglo XV, sirve como conciencia y consejero principal del rey inglés Enrique VIII –encarnación de Enrique II, dos veces nacido como rey, quien lo elevó dos veces al cargo de Canciller y dos veces lo martirizó por haber obstruido sus ambiciones–. En esta ocasión se rehusó a apoyar el divorcio del rey pues era un defensor de la Iglesia católica y antes de ser decapitado mencionó que no podía ir en contra de su conciencia, que moría como “buen Siervo del Rey, pero de Dios, primero”. Escribió el famoso libro Utopía. Fue canonizado en 1935.
La coincidencia de vidas de Tomás Becket y Tomás Moro es extraordinaria. Ambos fueron favoritos del rey que amaron más a Dios que a su rey. Tomás Becket dio su vida para salvar a la iglesia inglesa de la agresión real; Tomás Moro dio la suya en un vano esfuerzo por preservarla de mayores agresiones.
Después de solo siete años, El Morya encarnó como Akbar, el más grande de los gobernantes mogoles. Su imperio se extendía sobre gran parte de la India, Afganistán y el Pakistán actual. A pesar de su riqueza y poderío, tenía costumbres modestas, comía poco y se abstenía de comer carne seis meses al año y prohibía la matanza de animales durante ese período.
Era amigo de la gente común y trataba a todos con igualdad, independiente de la raza y de la religión, pues no solo quería traer a su pueblo prosperidad y paz sino que deseaba elevarlo a una espiritualidad más elevada. Como era tolerante con todas las religiones, se tomó siete años para estudiar a fondo las enseñanzas y ceremonias de cada una y concluyó que todas tenían limitaciones y prejuicios y quiso reunir lo mejor en una sola, pero sus súbditos estaban demasiado apegados a sus creencias. El Imperio cayó en decadencia después de su muerte en 1605.
Su última vida
La última vida de El Morya fue como El Morya Khan, príncipe rajput de la India al final del siglo XIX. Con sus compañeros íntimos, el Maestro Kuthumi y Djwal Khul El Tibetano, se encargó de los dos fundadores de la Sociedad Teosófica, Mme. H.P. Blavatsky y el coronel Henry Steele Olcott, entrenándolos y guiándolos en la fundación de lo que iba a ser la primera de varias presentaciones de la Sabiduría Eterna y las enseñanzas de la Jerarquía cósmica para la civilización occidental, –la energía unificante que eventualmente traerá paz y entendimiento al mundo–. El Morya dejó este mundo en 1898 y ascendió para prestar un mejor servicio a la Humanidad. Todas estas vidas adquiriendo maestría en la esencia de la voluntad de Dios,
le calificaron para desempeñar el cargo de Señor del Primer Rayo, el Rayo Azul, que representa la Voluntad de Dios, la Fe, la Fuerza, el Poder y la Protección.
Es el rayo de los atributos divinos del valor, la certidumbre, el poder, la franqueza, la confianza en uno mismo, la fiabilidad, la fe y la iniciativa, del poder divino y el liderazgo, por ello los ejecutivos y los gobernantes están bajo este Rayo Azul, así como también las actividades y asuntos gubernamentales. Está fuertemente asociado con el chakra de la garganta, el centro de poder de nuestro ser espiritual, y la energía de la expresión honesta y creativa; los seres encarnados del rayo azul van a manifestar debidamente la palabra divina en obra divina.
Atributos:
-El Maestro El Morya, junto a su complemento Lady Miriam; el arcángel san Miguel –guardián de la Fe y protector contra el mal, que ayuda a los seres humanos a combatir el miedo a decir la verdad y Fe.
– Elohim: Hércules y su complemento divino Amazonia.
– Día: domingo.
– Chohan: Rayo Azul
– Retiro: El Morya está a cargo del Templo de la Voluntad Divina en Darjeeling, India.
-La Llave tonal del Templo es Pompa y Circunstancia de Elgar. Su Llave tonal personal y la de su rayo gemelo es Panis Angelicus.