Enseñar a una persona a comprender mejor lo importante que es su labor.
Los ambientes familiares demuestran más su valor porque los roles son pocos y muy claros. Así, cuando hablamos de una empresa o un departamento laboral, vemos que siendo tantas personas, los roles, las jerarquías y las labores pueden ser en ocasiones, devaluados por los mismos empleados. Muchas personas no saben que sin ellos el final del eslabón no llega a tiempo y el producto no se entrega.
¿Por qué es entonces que definen sus actividades como insignificante o de mucho valor, importante o no importante, siendo aprensivos, evasivos, descuidados, controladores, soberbios, u otras actitudes? Bueno la preparación emocional cuenta desde la infancia, desde que somos chicos y salimos al colegio. Esta preparación nos ayuda si nos modelaron: la empatía, la compasión, la tolerancia y respeto hacia las acciones de los demás considerando que todos tienen diferentes puntos de vista y principios morales. Pero, si no nos modelaron esas percepciones del ser, el lenguaje emocional es reducido a lo que nos protege o lo que nos acomoda. El inconsciente se sabotea dejando a un lado el valor y el esfuerzo personal enfocándose en quejas, rechazo, apego y aversión siendo las ideas y patrones negativos los que se refuerzan.
Qué tal que el día de hoy les hablamos, los invitamos a conversar sobre una área que destaca en “lo ordenada que es y el resultado que ha obtenido”. La próxima semana les hablamos de algo más o alguien y su valor. Hay que convertirse en conectores de conocimiento y empatía como líderes de equipos.
Las empresas no solo trabajan de la mano con ellos hacia ciertas metas, también educan, armonizan, transforman y facilitan en la vida de todos.
MARCELA ROBLES
Conferencias que enseñan
